
Los sueños de muerte no anuncian la muerte física, sólo afirman que algo ha muerto, que algo desaparece de nuestro horizonte vital; puede ser una relación, un amor, una amistad, o simplemente una cualidad o un defecto, algo íntimo y personal que sólo conocemos nosotros, que no queremos aceptar su desaparición y que el sueño trata de hacernos reconocer la realidad.
Uno de los símbolos de la muerte en los sueños es el cambio de vida. Soñar de alguna manera la muerte insinúa que se anhela un cambio de vida importante, por ejemplo, en lo económico, en el hogar, en el empleo, en las ocupaciones de negocios; en fin, de una renovación de su vida. Soñar a la muerte puede ser también consecuencia de extremo cansancio y agotamiento físico, que entre otros efectos produce melancolía y decepción por nimiedades en la vida cotidiana. Este sueño también suele ocurrir después de haber vivido con gran entusiasmo por falso optimismo y grandes esperanzas, pero todo ello fracasado; en consecuencia, la muerte sólo simboliza pesimismo y depresión pasajera que dará lugar a nuevas ilusiones y esperanzas.
1 comentario:
"No le seguí la pista al asunto, ya era hora de despertarme. Pero luego no tardé en aclararlo. Ya empiezo a conocer el sistema simbólico de mis sueños. Sé por qué pasan hambre los hambrientos de mis sueños. Sé quién es aquel hombre. Sé quién es el perro. Sé por qué han de pasar hambre. (...) Sé por qué he de verlos. Lo sé todo. Sé que nunca me abandonará la tortura de mi saber".
Ell somia en homes i gossos
agonitzant. Tu en la mort. L'única diferència és que el seu somni recorre al passat, i el teu a la imaginació...
Un minut, de silenci, per Kertész ("Yo, otro"), i un altre, de crits, per Auschwitz.
(Ja t'has pensat la cançó?)
J.
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